¿Sabías que…?
Pequeñas anécdotas Porsche, para que te luzcas durante la Happy Hour
Después de dejar escrito un indeleble “Ferdinand estuvo aquí”, el Doktor Porsche abandonó Daimler-Benz para crear, en 1931, su propia oficina de diseño y construcción en Stuttgart y … ¡el resto es historia bien conocida! O quizás no tanto… Y es que tal vez creas que lo sabes todo y más sobre la mítica marca alemana pero mejor sigue leyendo y puede que te sorprenda alguna curiosidad hasta hoy desconocida para ti…

Max Hoffman, importador de la marca Porsche en los años 50 en un «Glöckler-Porsche» (1951)
¡Empecemos con algo sencillo! En la insignia que luce tu preciado coche se encuentra el mismo cavallino rampante que corona a las furias rojas de Maranello, siendo ambos equinos provenientes de la misma yeguada o Stutengarten en alemán… ¿sorprendido? Espera, espera…
Durante más de 20 años, Porsche operó sin su famoso escudo hasta que Max Hoffman, el principal importador americano de coches europeos de lujo, le trasladara a su buen amigo Ferry Porsche la necesidad de diseñar un logo para los vehículos de la marca. Cuenta la leyenda, con mayor o menor acierto, que Ferry se valió de una servilleta para esbozar, en ese mismo instante, el famoso emblema que resulta de la combinación de dos escudos de armas, el de Stuttgart y el de Baden-Württemberg, estado en el que nació Albert Einstein…
¡Por cierto!, ¿sabías que la invención de la servilleta se atribuye al polímata Leonardo Da Vinci? Con tal fuente de inspiración, ¡no podía haber mejor resultado!
¡Seguimos! A lo largo de su historia, Porsche ha desarrollado diversas motorizaciones de 4 y 6 cilindros, siendo el 550 Spyder uno de los modelos tetra-cilíndricos más deseados. Esta ligera evolución del 356, se conducía con gran dificultad en vuelo raso y, por ello, James Dean, el Rebelde sin Causa de Hollywood, decidió apodarlo ‘little bastard’. Esta es la parte bien conocida de la historia del actor y su deportivo, pero es muy probable que no supieras del escalofriante palmarés del pequeñín quien, tras el fatídico accidente en el que James se empotró contra un Ford Custom Tudor cual mosquito contra la parrilla del radiador, siguió trayendo la desgracia a todo aquel que pretendía tenerlo en propiedad. Otro muerto y diversos accidentes, se añaden a su funesto currículo. ¡El primo-hermano de Christine! ¡Qué yuyu!
Hablemos ahora de algo menos escabroso: la primera denominación del 911, ¡la preciada 901! Tras su debut en el Salón de Frankfurt en 1963, Porsche inicia la producción de su nuevo deportivo, viéndose repentinamente sorprendido por una demanda de la francesa Peugeot argumentando tener plenos derechos sobre la nomenclatura de tres dígitos, con un cero en medio, que venían usando desde 1929. Con muy poco margen de maniobra, se impone la practicidad a la sofisticación, y se decide duplicar el número uno pero… ¿por qué? Pues únicamente para poder mantenerse fieles a la tipografía ya seleccionada para su uso comercial. Con tan poco glamour, empieza entonces la leyenda 911…

Ferry Porsche a bordo del barco «Bremen» viajando hacia los Estados Unidos en 1937.
A lo largo de sus 50 años, el 911 ha ido aumentando la familia acompañándose de nuevos y diversos apellidos, siendo quizás los más conocidos el de Carrera, en honor a la famosa Carrera Panamericana, y el de Targa, por la carrera siciliana Targa Florio. Esta última denominación se utilizó para referirse a las versiones con techo desmontable, concebidas ante el temor de que el Departamento de Transportes americano pudiera, en la década de los sesenta, prohibir los vehículos convertibles por cuestiones de seguridad… ¡Benditos americanos!

Tractor Porsche diésel ( foto tomada en 1961)
El icónico 911, fue siempre objeto de elogios. De su polivalencia, Ferdinand decía que era ‘el único coche que puedes conducir desde un safari africano a Le Mans, para luego dirigirte al teatro y callejear por Nueva York’. Un coche de calle y circuito a la vez. Hecho siempre muy presente en todos sus detalles desde su concepción. Por ello, no debería sorprenderte que el interruptor para la llave de encendido haya estado siempre colocado en el lado izquierdo de la columna de la dirección.
¡No se confundieron al montarlo, no! Simplemente pretendían que el piloto pudiera arrancar el motor con la mano izquierda mientras seleccionaba la primera velocidad con la derecha, una ventaja muy importante cuando la salida en las carreras ocurría con los vehículos parados y con los pilotos corriendo hacia ellos desde el otro lado de la pista. Otras versiones cuentan que la finalidad era poderse colocar el cinturón con la derecha mientras se ponía en marcha el coche con la izquierda…
Del mismo modo, al menos dos versiones, explican la opción del cambio corto en la caja 915, ¡la de los machotes! Mientras la opción más plausible parece ser la de ganar rapidez en el juego de marchas, muy necesario en conducción más deportiva, parece también que Porsche persiguiera facilitar una posición de conducción más próxima al volante, sin destrozarse la rodilla engranando la segunda, para aquellos conductores de menor talla, es decir, para los ¡pati-cortos! En mi caso, por absurdo, ¡me quedo con esta segunda versión!
Cualquier Porschista que se precie, sabrá decirnos que los de la firma de Stuttgart han creado de todo y más. El primer auto híbrido de la historia, tanques y otros vehículos militares como el Kübelwagen, coches para la F1, motores para las Harley-Davidson, el VW Beetle…e incluso tractores. Seguro que te suena el Junior rojo, contemporáneo al escarabajo, el tractor del pueblo más avanzado de su época. Montaba un motor diésel refrigerado por aire con un innovador sistema de acoplamiento hidráulico, entre el motor y la transmisión, que evitaba el uso de embrague y facilitaba la vida a los campesinos de la época, muy poco experimentados en el arte de la conducción. Con él, Walter Röhrl rompió moldes en Nürburgring al realizar la vuelta completa más lenta de toda la historia del Infierno Verde, con una duración de más de una hora…

Harley Davidson presentó en el salón de Tokio de 2001 la V-Rod, una nueva motocicleta con motor desarrollado por Porsche.
A pesar de su enorme potencial creativo, Porsche se valió en sus inicios del carrocero Reutter Carrosserie Werke, responsable de construir el cuerpo del 356 como rezan las placas identificativas que acompañan a estos modelos. Entrados en la década de los 60, Porsche decide adquirir la parte carrocera de la empresa y es entonces cuando nace Recaro como firma independiente que se ocupa del negocio restante, la fabricación de asientos de altas prestaciones.
Y para acabar, me he reservado alguna curiosidad sobre las queridas llantas Fuchs [fʊks]. El lanzamiento en 1967 del 911S hizo que Porsche retomase su anterior colaboración con Otto Fuchs quien recibió el encargo para fabricar unos zapatos ligeros y resistentes, unas llantas de aluminio forjado, que mejoraran la aceleración y frenada del nuevo deportivo, a la par que complementaran su estética. Desde entonces, las también llamadas margaritas o ruedas de molino, han sido objeto de culto, volviendo a recuperar el máximo protagonismo, durante la era moderna de la marca, de la mano del 997 Sport Classic.
Como has podido comprobar, muchas son las anécdotas y curiosidades en torno a nuestra marca octogenaria Porsche, la cual probablemente sigas pronunciando incorrectamente y descubras ahora que debe nombrarse como [ˈpɔʁʃə], algo parecido a [por-sha] en nuestras latitudes.
Texto: Oscar Pérez Albet
Fotos: Porsche AG
Si te gusta este artículo, también te gustarán los contenidos de la revista nº 73 de Abril 2018