Nos ha dejado la reina del Infierno Verde
El pasado 17 de marzo, nos despertamos con la triste noticia del fallecimiento de la piloto alemana Sabine Schmitz, que perdió la valiente lucha contra el cáncer. Tenía tan sólo 51.
La vida de Sabine Schmitz está intrínsecamente ligada al mítico circuito de Nürburgring, que como aquel que dice, era prácticamente el patio de su casa donde de pequeña, salía a rodar con su bicicleta. En el Hotel am Tiergarten que regentan sus padres, a poca distancia de la sección de la pista que lleva el mismo nombre, al final de Döttinger Höhe, Sabine fue testigo de las celebraciones que pilotos y mecánicos festejaban tras sus valerosas victorias en el infierno verde.
El ambiente de la vida en circuito empapó los sueños de Sabine que lejos de seguir con la tradición familiar hostelera que su familia le brindaba, la alentaban a forjar su futuro en el circuito. Como ella mismo dijo en una entrevista, a Sabine no le gustaba pelar patatas; a ella lo que le gustaban eran las carreras. Sabine se sentía fascinada por todo lo que acontecía en el circuito de Nürburgring: el ruido de los motores, el olor a caucho recalentado, el bullicio de técnicos y pilotos, los autos de carreras, el aroma de aceite caliente… Conocía cada una de las 73 curvas del circuito a la perfección.
En alguna ocasión Sabine contó que la primera vez que pudo dar una vuelta en coche, lo hizo con el de su madre sin que ésta lo supiera. Más tarde ya volvió con su Volkswagen Polo GT y confesó que su padre le pagaba los neumáticos. Hasta el día de su triste desaparición, Sabine rodó por la pista del llamado infierno verde con infinidad de vehículos con los que se calcula, superó las 30.000 vueltas. ¡ Impresionante!, más aún cuando convertimos esa cifra en kilómetros: 600.000….posiblemente nadie conociera este circuito como lo hizo Sabine.
Sabine, un icono del Nürburgring y el alma de Frikadelli Racing
El gran conocimiento que Sabine tenía de Nürburgring le valió para conseguir numerosas victorias y el apodo de “la reina del Nürburgring”. Fue la primera mujer en ganar las clásicas 24 Horas con BMW, en 1996, victoria que figura en su palmarés junto a una segunda victoria absoluta en 1997, y otras seis en el Campeonato de Resistencia, todas ellas con Porsche y con el equipo Frikadelli, dirigido por su pareja, Klaus Abbelen.
Sabine Schmitz también fue conocida por presentar junto a Jeremy Clarkson, el popular programa BBC Top Gear, logrando registrar un récord de vuelta en Nürburgring con un tiempo de diez minutos y ocho segundos en el año 2005, con una Ford Transit aligerada en peso.
Tras su triste fallecimiento podemos decir que Nürburgring ha perdido una gran piloto y la gran sonrisa que Sabine siempre regalaba. Cálida y de carácter accesible, con su humor y su energía inconmensurable y su actitud positiva, fue un ejemplo brillante para todos.
DEP, querida Sabine.
Fotos: Porsche AG, Sabine Schmitz y Frikadelli Racing.