Tour de Cebú, edición 2017 (PHI)
La Mille Miglia asiática
Durante el pasado mes de Octubre (2017), tuvimos la inimaginable oportunidad de participar en el Tour de Cebú, una carrera de 1.000Km inspirada en la Mille Miglia, que recorre los parajes más agrestes y selváticos de la isla de Bohol en Cebú, Filipinas. En la edición nº 71 de Febrero (2018), encontrarás un extenso reportaje que estamos convencidos, te despertará unas enormes ganas de participar en la edición 2018. Y si por si todavía tuvieras dudas, échale un vistazo a las fotos extra que te convencerán de que esta prueba tropical de clásicos merece una mención de honor en tu calendario del motor.
En el puerto de Cebu con nuestro amigo y anfitrión Jay quien ha hecho realidad nuestro sueño de participar en un ¡rally asiático de coches clásicos! En esta carrera participamos con dos espectaculares aircooled, un C coupé que pilotará Jay y un B cabrio, también de su colección, que nos permitirá descubrir, a sus mandos, las maravillas de Bohol. ¡Por favor, que me los envuelvan para regalo que me los llevo para casa!

Una vez en el RoRo, toda precaución es poca. Antes de zarpar, revisamos que todo esté en su sitio. Y es que, en unas horas, nos enfrentaremos a los 1.000 Km de selvático tour, pero antes deberemos sortear la inminente travesía interinsular por aguas más bien turbulentas…No acabo de localizar los salvavidas…
Sobrevivir a la travesía del ferry no es, ni mucho menos, el momento más riesgoso de esta carrera. Las carreteras presentan un tráfico desordenado de personas, animales, motocarros, camiones…Incluso el tendido eléctrico parece estar listo para derrumbarse ante el primer soplo de viento tropical. Aun así, basta con deleitarse con la visión de las voluptuosas caderas que nos preceden para relajarse por completo y disfrutar de la ruta.
Nuestro paso por las distintas localidades levanta pasiones. El crisol de colores y los rugidos de los motores resaltan sobre el frondoso verde que nos sirve de telón de fondo en nuestra aventura. Diversos tramos algo más salvajes, ponen a prueba a estos competitivos ancianos. Algunos desfallecen, como el Austin Healey de 1955, que se hace a un lado para recuperar fuerzas. Pero el 914 Phoenix Red demuestra, una vez más, ¡la supremacía de Porsche también en esta competición!
El TDC es una carrera organizada hasta el más mínimo detalle. Los controles sorpresa garantizan el fair-play y permiten saber, en todo momento, ¡quién anda perdido por la isla! Una medida muy necesaria cuando se cuenta con novatos participantes como nosotros…
Los necesarios re-agrupamientos para el almuerzo, nos brindan los posibilidad de conocer a los aldeanos, degustar su delicioso lechón, y deleitarnos con estampas como ésta: un 911 T del 1.973 que asoma su morro enfrente del 911 de 1.965, ¡estamos en el paraíso!
La dureza de la ruta exige paradas frecuentes para dar respuesta a ¡todo tipo de necesidades! Y también para ver más de cerca las costumbres de los habitantes de Bohol. Estos dos gallos se enzarzan en su pelea ajenos al espectáculo que para los niños supone la presencia de nuestro 4 cilindros.
No hay una sola jornada que no nos reserve una grata sorpresa. Como la de estos niños que han venido a vitorearnos a la salida de nuestro hotel camino hacía las últimas etapas. Muy emocionante.
El TDC va llegando a su fin. Hay tramos que golpean con dureza dejando fuera de combate a ávidos corredores, como nuestros amigos Eli y Angeline, de la revista Rewind y su Jag XK150. Poco podemos hacer por ellos más que brindarles nuestra compañía, mientras llega el vehículo de apoyo, y sacar una instantánea para nuestro álbum fotográfico.
Nuestro incansable cabrio nos lleva a los parajes más inhóspitos de la isla. Enfrente del río Loboc, a la altura de Cortes, nos detenemos brevemente a descansar y fotografiar escenas que serán la envidia de nuestros amigos una vez en casa.
¡De acuerdo!, el 356 es, probablemente, el mejor coche para correr el TDC pero…¡no es un indestructible bulldozer!. Y al final, tanto ajetreo, también le pasa factura. Con el sistema de escape desenganchado del coche por completo, no nos queda más que improvisar. Ahora descubrimos que la baca trasera resulta más útil de lo que nos hubiéramos imaginado. ¡Listos para proseguir!


Jay, Chris, Michael y Kenneth del club PACE y Sophie, manager del evento, arropando a Martin Aldeguer, ganador absoluto de la carrera, con el permiso de los cuatro reporteros participantes que prometen ¡superarse en la próxima edición!
Texto: Oscar Pérez Albet
Fotos: Stéphane Vrinat y Oscar Pérez Albet